POETIZA.ME EN ONDA VASCA – JOSÉ BLANCO

Colaboración con Onda Vasca, con Kike Alonso en «Atsalde pasa«, para poetizar el mundo, hasta donde nos deje la vida…

Esta vez tenemos al gran poeta José Blanco al que ya conocéis de otras entradas (Barakaldo, 1965). Poeta y artista multidisciplinar de formación autodidacta. Fue miembro del Taller Literario La Galleta del Norte, con quienes realizó obras y publicaciones de inspiración colectiva, entre las que destaca Surtido y crujir de comedietas (Ed. Hiru, Hondarribia, 2000).
Ha sido distinguido con los premios de poesía «Arcipreste de Hita» y «Mariano Roldán», publicando Las obras de la mar. Las obras del amor (Ayto. de Alcalá La Real, 1992) y Cuaderno de bitácora (Ánfora Nova, Rute, 2000), respectivamente.
También ha publicado Mira mi corazón preso en el ámbar de los instantes eternos (Baile del Sol, Tenerife, y, como libro-objeto, Diógenes Internacional, Madrid, 2005), Las nubes (Baile del Sol, 2006), Memoria del caos (Baile del Sol, 2009), Poemas del sublime cotidiano (Ed. Babilonia, Navarrés, 2013), La deriva de Marcos Sima (Baile del Sol, 2015), Denmark Street (Garvm, Cádiz/ Huelva, 2019), Amuleto (Baile del Sol, 2019) y Calle Blas de Otero, en colaboración con Javier Aguirre Ortiz (La Única Puerta a la Izquierda, Portugalete, 2020).
Asimismo, su obra aparece recogida en numerosas antologías, revistas y catálogos de poesía, poesía experimental y mail-art.
En el campo musical, colabora en el grupo Meibi_ y los vietnamitas blancos, con quienes ha montado el espectáculo Un lenguaje total, musicalizando sus poemas y los de sus poetas de referencia, como San Juan de la Cruz, Gabriel Celaya, Federico García Lorca o Ferreira Gular.
Para más información: http://unlenguajetotal.blogspot.com/


VERANO (DE MI VIDA)

Sin otra luz y guía
Sino la que en el corazón ardía.
Juan de Yepes

Cuánto el paso de un ángel con tejanos
deja un rastro fugaz. Y, sin embargo,
deseo que el verano sea largo.
Esa estela entrevista como arcano
del sueño de una noche de verano
matizará el invierno y su letargo.

Aun si la vida ofrece un trago amargo
yo seguiré apurándolo en sus manos.

Cuánto fulgor, también, cuando me amaron,
precipitándose desde su techo,
dejándome sin otra luz y guía
que la del corazón, donde anidaron
las estrellas caídas en mi pecho,
para seguir brillando todavía.

(Del libro Cuaderno de bitácora, Ánfora Nova, 2000)


SOIRÉE

Hay una fiesta dentro de mi armario
Celebra los vestidos que has dejado
-El blanco y el de fuego inextinguible-
Desplazan mis camisas sin planchar
Como alas de un vuelo sin motor
Como letras de un nuevo abecedario
Transforman la quietud en aventura
Y el silencio los honra con su aplauso

Esperan que los saques a bailar
Los lleves al teatro alguna noche
De ensueño entre magnolias y jazmines
Y puesta en pie inaugures con un brindis
La enésima soirée con que resarces
A tantos corazones solitarios
Que ha ido carcomiendo la pimienta
Del severo sargento del amor

Después si necesitas que te ayude
Te recoges el pelo en la nuca
Viajero que se orienta de memoria
Recorro al descorrer la cremallera
La eterna ruta del Transiberiano
Que avanza por tu espalda hasta el Pacífico
Y apenas se desliza en los Urales
Tu piel concede climas más benignos

Hay un baile de perchas en mi armario
Tus vestidos arrasan ampliamente
Se arrugan mis camisas a su lado

(Del libro Denmark Street, Garvm, 2019)


EL FIN DEL MUNDO

Yo también a menudo me pregunto
qué objeto tendrá el simulacro,
si este decorado con remiendos
produce la ilusión del fin del mundo.

Y espero ver salir en su momento
detrás de algún telón que lo camufla
al ayudante con las instrucciones
para anunciar megáfono en boca
que eso ha sido todo y muchas gracias.

Figurantes mirándonos con pasmo,
sonreiremos al fin a la evidencia
de lo que acaso muchos sospechábamos
sin saber ya que hacer con el atrezo.

Uno termina por encariñarse
con la impedimenta que lo agobiaba,
con el catering frío cada día,
las tomas buenas y las repetidas
aun trescientas sesenta y cinco veces.

Quien guarda su lugar en los descartes
no dejará quizá de preguntarse
a qué venía tanto estruendo, pólvora,
detonaciones, fuego, sangre falsa…
urdiendo un argumento alucinado:
qué, dónde, cuándo, cómo, para que
se luzca otro patán sobreactuado
ladrando a la bandera desventada.

Antes de continuar con esta farsa
yo también cambiaría si pudiera
mi rol por ayudante con megáfono
que anuncia: ha sido todo y muchas gracias.

(Del libro Denmark Street, Garvm, 2019)


AUTOPSIA

Mis amigas poetas son mujeres,
y un día internacional, solo eso,
un mal signo evocando atrocidades
que ojalá no encontraran calendario.
Son tiempos dominados por la hipnosis
colectiva: quien más miente más gana,
suben los índices de audiencia y caen
por los balcones ángeles castrados.
Si permitieran realizar la autopsia,
revelaría el mal del beneficio.

Sin embargo, sabedlo, hay mujeres
que no han desconectado su conciencia.
Se pasean desnudas por la vida,
con el vientre sembrado de esperanza.
Con el mismo elixir que perpetúa
el verano en su piel de bergamota,
preparan munición más eficaz
con que amortizar los tiros de gracia,
hoy francamente mal administrados.

“Por ahí viene la Karola, mírala,
pero mudo y absorto y de rodillas…”

(Del libro Mira mi corazón preso en el ámbar de los instantes eternos,
Baile del Sol, 2005)

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