«No te detengas».

«No te detengas».

Un poema atribuído a Walt Whitman aunque no es suyo. Aquí te lo explica.

 No dejes que termine el día sin haber crecido un poco,
sin haber sido feliz, sin haber aumentado tus sueños.
No te dejes vencer por el desaliento.
No permitas que nadie te quite el derecho a expresarte,
que es casi un deber.
No abandones las ansias de hacer
de tu vida algo extraordinario.
No dejes de creer que las palabras y las poesías
sí pueden cambiar el mundo.
Pase lo que pase nuestra esencia está intacta.
Somos seres llenos de pasión.
La vida es desierto y oasis.
Nos derriba, nos lastima,
nos enseña,
nos convierte en protagonistas
de nuestra propia historia.
Aunque el viento sople en contra,
la poderosa obra continúa:
Tu puedes aportar una estrofa.
No dejes nunca de soñar,
porque en sueños es libre el hombre.
No caigas en el peor de los errores:
el silencio.
La mayoría vive en un silencio espantoso.
No te resignes.
Huye.
«Emito mis alaridos por los techos de este mundo»,
dice el poeta.
Valora la belleza de las cosas simples.
Se puede hacer bella poesía sobre pequeñas cosas,
pero no podemos remar en contra de nosotros mismos.
Eso transforma la vida en un infierno.
Disfruta del pánico que te provoca
tener la vida por delante.
Vívela intensamente,
sin mediocridad.
Piensa que en ti está el futuro
y encara la tarea con orgullo y sin miedo.
Aprende de quienes puedan enseñarte.
Las experiencias de quienes nos precedieron
de nuestros «poetas muertos»,
te ayudan a caminar por la vida.
La sociedad de hoy somos nosotros:
Los «poetas vivos».
No permitas que la vida te pase a ti sin que la vivas …

Nota sobre la autoría del poema:
Gracias a un comentario, a través de Facebook, de Luis Alejandro Contreras he tenido conocimiento de que este texto es un Apócrifo atribuido a Walt Whitman.
Por lo visto la mayoría de los versos del poema provienen de frases dichas en la película «El club de los Poetas Muertos», en su mayoría expuestos por el Señor Keating, interpretado por Robin Williams. Parece que la confusión viene porque en varias escenas de la película se cita a Walt Whitman, o tal vez alguien creó el poema basándose en la frases de la cinta y se lo atribuyó a Whitman.

En este enlace se explica muy bien


El Kitsch y la palabra.

En la red anda circulando un bodrio atribuido a Whitman y que no es más que un cursi intento que no le presta ni siquiera a los autores consagrados de la autoayuda. Lo han titulado “No te detengas”. Debo decir que ese texto no es de Whitman, que no le llega a los talones y que es, además, una oda a la ridiculez.

Vivimos en la era del kitsch, la cursilada que ha tomado los ribetes de milagro, la usurpación, lo reductible de toda esencia y la sensiblería que no es más que el vano intento de colmar la vida anímica con frases huecas y golpes de pecho ante altares de fantasía.

Es muy fácil de distinguir toda cursilada, cuando no se ha sido previamente pasto de esa maquinaria de mentiras que se ampara tras la industria del “mass media”. Lo cursi es su baratija, que se vende cual piedra preciosa. Lo medios de comunicación de masas son una maquinaria especializada en asesinar el alma y todo culto espiritual. Debemos alejarnos de esa maquinaria que, como Cronos, todo lo devora. Y cada vez que entráramos en contacto con ella, nuestra misión debería ser la de poner en duda cualquier frase o noción que pretenda legarnos. Pero como, grosso modo, hemos acallado al alma, nos hemos inventado una. Resulta más cómodo fingir que somos “alguien” a meramente ser quienes somos. Pero atención, esa alma no es más que un doble, una falsía, pues ni siquiera llega a actor de reparto, un subterfugio del disimulo para engatusar al necio más cercano y aparentar que estamos vivos.

Hay que volver al libro, a aquel bien innominado que sólo conversa con nosotros en la más absoluta de las soledades. Que haya sesiones de lecturas colectivas y que sirvan de estimulante para la conversa y fomento del leer, bien me parece, pero la lectura es un bien estrictamente personal, individual y que debe cumplirse en soledad. Cuando estás leyendo a todo dar, esto es, cuando estás imbuido en una maravilla, te molesta que distraigan tu atención con cualquier palabra del diario quehacer, ¿no es así? Ello se debe a que es el alma quien conversa; en esos momentos estamos en otro estado del ser, uno -por cierto- muy distinto al mecanizado modo en que hemos permitido que conviertan nuestro trato con el prójimo. Claro, al decir que hay que volver al libro, tácitamente he querido decir que hay que volver es a la palabra ancestral, originaria. Y ello no es fácil cuando se vive sumergido en un mundo que es un gran almacén de falsedades. Tiene toda persona, por lo tanto, que mantener en estado de alerta su curiosidad vital, a fin de poder discernir lo que es literatura y lo que es camelo o falsía creada para domesticarle.

Estos bodrios digitales de autoayuda (y que, por desgracia, son llevados al papel) lo que pretenden es atribuir la cursilada a autores –no importa si anónimos o consagrados- cuya palabra lo que ha buscado es enaltecer al ser humano por medio del culto del espíritu. Y eso es un acto que me indigna. Pues es un campante delito. El “mass media” es una industria creada para domeñar al vulgo y convertirlo en ovejitas.

La misma miseria han cometido con Borges, al atribuirle, hace años, un texto detestable que hubiera sonrojado al argentino.

13 comentarios

  1. Miguel Sanchez
    ·

    El poema no está mal.
    Pero no puede ser de Walt Whitman.
    Porque Walt Whitman celebra al mundo y al hombre tal y como son. Walt Whitman no necesitaba esperanza porque ya había encontrado todo lo que buscaba. Y amó la vida tal como es. Fue un poeta de exaltación.
    Mientras que este poema sólo celebra lo que cree que el mundo y el hombre pueden llegar a ser, pero no son. Intenta alentar a quienes se sienten defraudados por este mundo, para mantener la esperanza de quienes necesitan que la vida sea otra cosa. En el fondo es un poema de huida.
    Prefiero infinitamente al verdadero Walt Whitman. Y leído en inglés, porque sus traductores al castellano no han llegado a entenderle.

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    1. jaio
      ·

      Te agradezco mucho tu comentario. Lo cierto es que no soy experta en Whitman, aunque me gusta mucho. A raíz de tu comentario he visto por ahí que efectivamente está atribuido al gran poeta americano, pero erróneamente, porque en realidad debe de ser una recopilación de frases de la película «El club de los Poetas Muertos». Cambio el título para no conducir a error.

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  2. Geraldin
    ·

    Excelente artículo. Preocupa que la gente atribuye a grandes autores una serie de textos que nada tienen que ver con su obra. Ni hablar el que se atribuye a Borges. La gente sólo copia, pega y desgraciadamente por whatsapp sólo reenvía sin detenerse a revisar si la información es cierta. Los textos de «auto ayuda» se han masificado a un nivel espeluznante y la verdad que pensar positivo sin acción no funciona.

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  3. Tachin
    ·

    No es Walt Whitman, todo escritor y más los poetas, tienen una forma, un estilo, una métrica. Cuando un poeta dice algo, lo hace a su manera, que siempre es única. Conociendo cual es el estilo o la forma de escribir de un poeta, se puede saber si un texto fue escrito por él o no. Digamos «lectura forense», destripar el poema para encontrar a su autor. Ha pasado con todos los grandes escritores, le han acomododado escritos espurios a Shakespeare, Neruda, García Márquez, y siga usted la lista.

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  4. marta Susana Siciliano
    ·

    El poema No te detengas pertenece al libro Hojas de hierba de Walt Whitman publicado en 1855 y la película La sociedad de los poetas muertos, basada en ese poema, se filmó en 1989.
    Sr. Luis Alejandro Contreras: sus datos no coinciden.
    Marta Susana Siciliano

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    1. Dannys Díaz Domínguez
      ·

      Querida Marta, ese poema no pertenece a Leaves of Grass (Hojas de Hierba), usted cree que me pueda mandar la versión del poemario que contiene las glosas antes citadas ( en inglés, que es el original, claro está; aunque no creo pueda hacerlo, puesto que tal cosa no existe), porque he leído el genial poemario y en ninguna versión aparece tal calumnia a «mi Capitan», soy un admirador de la obra de Whitman, y esa barbaridad de poema no es de él, se lo aseguro, la película exalta la grandeza de su espíritu, y el protagonismo de Robin Williams es genial, pero el estilo del gran poeta de norteamérica está más que claro y ese no es su estilo, hace no mucho a Benedetti se le acreditó un poema similar,(No te rindas) que tampoco es del poeta Uruguayo, incluso en Cuba, mi país, se le ha hecho propaganda y todo a través de los medios, sin saber que ese no es un poema de Mario, sin embargo eso es común en las redes, a Martí también se le han acreditado varios poemas y citas que ni remotamente son del apóstol de cubano, pero qué le vamos hacer a la mediocridad humana…es la vulgaridad de lo absurdo….creo además que las lecturas de autoayuda son algo, a mi parecer, repudiables, y para nada son literatura; así que revise usted sus datos y no diga más que esos versos son de Whitman.

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      1. Marcela Suárez
        ·

        A quien me antecede en el comentario…Soy doctora en Letras y lo primero que tengo para decir no hace referencia al poeta. El fenómeno de atribuirle a un autor obras que no le pertenecen. tiene más de 2000 años de antigüedad. De hecho al dramaturgo Plauto (s. II aC) se le atribuyeron 100 comedias de las cuales sólo eran suyas 21. En segundo lugar la/lo invito a revisar el concepto de literatura y por último le sugiero modalizar un poquito el uso de los adjetivos. Calificar de repudiable a la literatura de autoayuda es demasiado fuerte. Formo parte de un grupo de padres en duelo y puedo asegurarle que toda palabra no importa de dónde provenga echa luz sobre el dolor.

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