POETIZA.ME EN ONDA VASCA – ISABEL MARTÍN

Colaboración con Onda Vasca, con Kike Alonso en «Atsalde pasa«, para poetizar el mundo, hasta donde nos deje la vida…

Esta vez tenemos a la gran poeta Isabel Martín.

BREVE CV POÉTICO de ISABEL MARTÍN

Isabel Martín Ruiz nace en el poniente al sur del norte: la Punta del Moral, esquina del levante de la Isla Canela (Ayamonte, Huelva) a mediados de los 80.

Es arquitecta urbanista de lo cotidiano de profesión, construye entornos sensibles en www.cotidiana.coop.

Escribe cuentos, poesía y algunas cosas más por activismo y supervivencia. Le pre-ocupan la vida: el feminismo, el sub-dessarrollo territorial, el valor de lo cotidiano y su carácter político, la historia y su memoria, las mujeres pasadas, presentes y futuras y todos los silencios.

El verano de 2018 publicó su primer libro de poemas «90.3 de vaciante» con la editorial Crecida (seis ediciones). Poemas suyos pueden encontrarse en distintas antologías y revistas poéticas.

Recita desde hace más de siete años con la suerte de haber leído en festivales y encuentros poéticos nacionales como Voces del Extremo [ Valle del Jerte (Cáceres), Moguer (Huelva), Candelario (Salamanca)], la Surada Poética (Santander), Poemagosto (Allariz, Ourense), Vociferio (Valencia), Edita (Huelva, Bilbao..), Spoken World Bilbao…

En marzo de 2018 realiza una charla-poética en el IES Vázquez Díaz de Nerva para trabajar con el alumnado sobre la cultura de la violencia patriarcal en los cuerpos como ejercicio colectivo de justicia restaurativa a través del arte. Lo que allí pasó lo retrató Olivia Carballar en su artículo, «Sigo viva, no como Laura«. Relato por Olivia Carballar del recital en IES Vázquez Díaz, Nerva (Huelva) mayo 2019 https://bit.ly/30f9k7H . Este recital ha sido realizado posteriormente en institutos de Donostia-San Sebastián y Sevilla en marcos de actividades por la igualdad de género.

En 2019 es seleccionada en la convocatoria «Cultura Mínima 2019/2020» de la Universidad Pable de Olavide (Sevilla) para el recital «Poesía de periferia«.

Desde septiembre de 2020 su poema «Lo normal» (90.3 de vaciante, Ed Crecida 2018) forma parte de la colección permanente, en una instalación de audio y texto, de la exposición en Carol Iglesias Espazioa del Itsas Museum de Bilbao. Un poema sobre la cultura de la violación para visibilizar las violencias y el acoso sexual callejero que Carlota Iglesias padeció durante años. (https://bit.ly/30f9k7H.)

En octubre de 2020 clausura el Encuentro Urbanismos en tiempos de Covid en Navarra con el recital «Letrillas para otro habitar: cuerpos, periferia y ciudad» (https://bit.ly/30f9k7H.)

En noviembre de 2020, enmarcado en el Proyecto Luciérnagas del Banco de Proyecto del ICAS idea y acompaña la «Asamblea Poética Voces del Polígono Sur: Mujeres, voces y vida cotidiana. Dos tardes de comadreo con fondo poético» en Factoría Cultural (Sevilla) (https://bit.ly/30f9k7H.)

En noviembre de 2020 se publica el texto artículo-poético «Un cuerpo solo» en libro «Luminosas«(Ed. Universidad de Sevilla) una obra colectiva que busca promover valores de igualdad, dignidad y justicia social a través del feminismo (https://bit.ly/30f9k7H.)

En diciembre de 2020 realiza junto a la actriz y poeta Itziar Rekalde la propuesta “Entre tantas” en Cita con la Poesía de Vitoria – Gasteiz organizada por Ángela Serna.

HAN DICHO DE SU OBRA

» Ver recitar a Isabel Martín es una experiencia maravillosa para los sentidos, porque Isabel […] es una poeta muy original […] La voz de Isabel viene de los confines del tiempo porque es la voz de miles de mujeres que fueron y estuvieron en este mundo antes que ella, […] En estos versos está su madre, Damiana Ruiz, «que cantaba por Rocío Jurado y Lole y Manuel»; y sus dos abuelas: María, «que hace el arroz con cigalas más rico que hay», e Isabel, «que tiene las manos más bonitas del mundo». También están las voces de muje­res eternas, como Emily Dickinson, Gloria Fuertes, Angela Davis, Billie Holiday, Adrianne Rich, Emma Goldman, la Repompa de Málaga, Martirio… Y también están todas esas mujeres que sufren la violencia […] patriarcal capitalista, las que son atacadas por «las mana­das», las de ahora y las de antes, […] Y las que curran por un sueldo de mierda. Y las de «allí», simplemente porque han tenido la mala suerte de no nacer «aquí», como explica Isabel en un poema. En estos versos hay rabia pero también hay ternura. En estos versos hay denuncia pero también hay unas gotitas de esperanza.»

RAFAEL CALERO PALMA

De su https://bit.ly/2lP5bHw, Isabel Martín, la ternura cotidiana revolucionaria. Revista digital La Giganta Digital y Rebelión https://bit.ly/2lP5bHw

 

[…] La voz de Isabel Martín […] no esconde el ceceo propio de la aldea de su familia materna, incluso lo acentúa, pero se le dulcifica cuando, por sorpresa, entona por tangos, guajiras o bulerías algunos versos. Una poeta-cantaora que defiende su habla, una seña de identidad que algunos menosprecian, con el mismo empeño con que enarbola la bandera del feminismo[…] «El amor al flamenco me lo ha pasado mi madre, que canta bien y mucho, igual que mi abuela. Cuando estamos juntas cantamos siempre.»[…] mi primer poema lo hice con 20: Propietando salió del dolor que sentí cuando vi cómo el turismo de masas estaba destruyendo Isla Canela, un lugar virgen en el que yo crecí libre. Siempre escribo sobre mí como sujeto político y colectivo. Me interesa lo que me pasa a mí en un determinado contexto social y cultural. No hablo de desamor desde mi experiencia; sino de cómo es la construcción social del amor romántico y el desamor desde una perspectiva feminista»,

MARGOT MOLINA

El País, abril 2019 artículo Isabel Martín, mil mujeres en las manos. Enlace web https://bit.ly/2lOD2kc , aqui Video resumen

 

SOBRE SU OBRA: RESUMEN DE PRENSA

VIDEOS

+ El Pais https://youtu.be/aoWMmykisGY duración 4´

+ Cadáver exquisito literario entrevista https://bit.ly/2XZ5QEu duración 13´

+ Recital «Letrillas para otro habitar: cuerpos, periferia y ciudad» Encuentro Urbanismos en tiempos de Covid https://cutt.ly/h 21´

+ Recital Poesía de periferia, Cultura Mínima. UPO https://cutt.ly/ehkHS5C

 

AUDIOS DE POEMAS

+ Lo normal (90.3 de vaciante. Ed.Crecida 2018) https://bit.ly/2mKAu6S

+ Las socias (poema inédito) https://bit.ly/2lkPo3m

+ La intención es lo que cuenta (poema inédito) https://bit.ly/2mNbnjP

+ Aquí mismo, a la vuelta (poema encargado por UrbanBatFest19) https://bit.ly/2kRth4w

 

ENTREVISTAS y RESEÑAS

+ La Giganta digital https://bit.ly/2lP5bHw y Rebelión https://bit.ly/2lHt6Zz , Rafael Calero, agosto 2019

+ El País, Margot Molina, abril 2019 https://bit.ly/2lOD2kc , en papel 29 julio 2019

+ Onda Vasca enero 2019 https://bit.ly/2CJ3NLr

+ 97 irratia, programa mar de fueguitos enero 2019 https://bit.ly/2kfC3cj

+ La Marea 65, Olivia Carballar noviembre 2018 https://bit.ly/2BqYRvr

 

ARTÍCULOS PROPIOS

+ Aquí mismo, a la vuelta. Artículo para Urban Bat fest2019 octubre 2019 https://bit.ly/2kFnSNO

+ Desamor para una feminista. febrero 2018 www.lamarea.com/author/isabel/

 

OTROS

+ Sigo viva, no como Laura. Relato por Olivia Carballar del recital en IES Vázquez Díaz, Nerva (Huelva) mayo 2019 https://bit.ly/30f9k7H


Poesía de periferia para otros mundos posibles
Onda Vasca enero 2021 – Poemas

Lo normal (publicado en “90.3 de vaciante”. Ed Crecida.2018)

“Social y culturalmente arraigada, la violencia de género frecuentemente sigue siendo tolerada o justificada, y es uno de los principales problemas a que se enfrentan las mujeres […] pocos casos llegan a la justicia, ya que un porcentaje reducido de las víctimas denuncian la violencia que aguantan, y las mujeres que lo hacen, habitualmente se enfrentan con sospecha, indiferencia, y en muchos casos revictimización e impunidad.» Ragna Sigríður Kristinsdóttir (1)

Lo normal se construye cuando se repiten las cosas,
cuando las cosas se repiten igual,
cuando se repiten las cosas,
cuando pasa lo mismo una y otra vez,
cuando se repiten las cosas,
las mismas cosas,
una, y otra, y otra y otra y otra vez.

Las cosas repetidas,
desde tanto tiempo atrás, repetidas.
Lo mismito de la misma manera,
la cosa la misma,
otra vez repetida
desde atrás de nuevo
igualita repitiéndose
desde tanto atrás, otra vez la misma,
desde atrás de nuevo
la cosa repetida
otra vez.

Y a base de repetirse, de repetirse, de repetirse,
en mi cuerpo
en otros cuerpos,
en los cuerpos de nosotras,
en los cuerpos de ellas,
en todos esos cuerpos,

repetida otra vez,
la misma cosa,
la vieja cosa,
repetida,

la co-sa

que llamáis

N-O-R-M-A-L.

Las cosas que nos pasan a nosotras,
por ser nosotras
que nos hacéis vosotros,
por ser vosotros,
que vosotros decís que esas cosas de nosotras
nos pasan por culpa nuestra,
por ser tan así
nosotras,
siendo vosotros
los que hacéis las cosas repedidas,
una y otra vez sobre nuestros cuerpos,
una y otra vez sobre nosotras,

una y otra vez,

todas

esas

cosas

tan normales.
_______________

1. Cultura de violencia: normalización de la violencia de género en Guatemala. Memorias y movilizaciones de género en América latina, 2015. Ragna Sigríður Kristinsdóttir.


 

Un respiro (poema inédito)

Si escarbo mas
yo creo que me doy la vuelta

[le digo a mi psicologa en la sesion 137]

No le toqueis ya más
que así es la rosa

Venga
y arreglamos a la madre
y a la abuela
y al bastardo
a la de la cuneta
y a la muerta (pronto, demasiado)
y a la abusada (cuantas van?)
y atendemos a todo eso que se va trayendo
y se te va poniendo encima

[me habia dicho ella en la 113]

No le toqueis ya más
que así es la rosa

que si,
lo de que porque ellas fueron, yo soy
Pero dame un respiro, uno.
Que hoy yo quiero este ratito
pa solo un cafe (de puchero porfavo)
asi,
como si no estuvieramos hechas todo eltiempo de sangre de supervivientes.
Solo estos cinco minutos, por favor solo cinco.

No le toqueis ya más
que así es la rosa

______________________________________________

1 Poema Juan Ramón Jimenez musicado por Pepe Marchena aprendido de “Una rosa. Canción soneto.” Disco “El niño” Rocío Márquez. Universal Music Spain 2014


Moraicas (poema inédito)

Pasó en Graná.

Las manitas moradas
Se nos ponían,
Moraicas
Las manos

Con ocho años namás
Moraicas de frío

…debajito del puente.

A las niñas pobres
De frío moradas

No nos enseñaban
A leer,
las monjas
no nos enseñaban
Ni a escribir,
por pobres que éramos

…quiero vivir en Graná.

Moraicas de frío
Con ocho añicos namás

Tan fría el agua
Y tan chiquiticas nosotras

Las manitas

Ni aunque hubiera habido lavadora
Las monjas
Moraicas de frio

…sonaba el agua.

Las niñas
Tan chicas
Las manitas morás
Tan chicas

Como esclavas nos querían
Las monjas

…eran las lavanderas
Las panaeras como lavaban.

De esclavas
Moraicas
Namás nos querían.

Mi abuela era roja
Y fue por eso

Las monjas
Moraicas las manitas
Ella no fue pobre
Pero por roja
Mira como yo me vi

Y nosotras tan chiquititas
Moraicas
las manos
asi

debajito del puente
Sonaba el agua.

Para las sabanas del Palace y del hotel Washington y del Beatriz

quiero vivir en graná
Porque me gusta de oir
Las campanas de la vela
Cuando me voy a dormir.
Eso lo he vivido yo,
y nadie lo sabe
Las manitas moras
Las monjas
Y nadie lo sabe
quiero vivir en Graná

______________________________

1 Tangos de la Nina de los Peines y tangos de Grana.


Un cuerpo solo (poema inédito)

Tenía el cuerpo solo.

Tenía
el cuerpo
solo
lastimao, magullao.

Un cuerpo solo.

Una rosa en un rosal
Una rosa en un rosal

Tenía también un silencio
uno
un silencio
ensordecedor
era el suyo,
su silencio.
Enorme
ocupando toda la habitacion,
la casa,
el edificio.

Enorme su silencio.
Ensordecedor bajando la calle.
Hasta la plaza.
Haciendo eco sobre la ciudad vacia.
Ensordecedor
aquel silencio suyo.

gasta mucha fantasía
y gasta mucha fantasía.

Atado a las arrugas de las manos.
Desde hacía mucho.
Ensordecedor.
Aquel silencio.
Rebotando en las puertas cerradas
en los cristales de las ventanas
chocando con las rejas aquel silencio calle abajo
ensordeciéndonos
calle abajo
ensordeciéndonos.

Una rosa en un rosal
Una rosa en un rosal
gasta mucha fantasía:
y gasta mucha fantasía:

[…] Una mijita de sal.
.cuanta sal?
la que te pida Isabel,
la que te pida

gasta mucha fantasía.

No se te olvide de regarme la que tengo en la ventana de la cocina que me da unos capullitos
chiquininos ninos ninos preciozos
Isabel
preciozos.

1 Tiro, tire (Colombiana) Enrique Morente, Sacromonte 1991


Aquí mismo, a la vuelta.

Está aquí al lado,
Cerca,
aquí mismo
aquí al lado.

A la vuelta.
Ahí,
ahí, un poco más adelante,
te coge de camino.

Pero
mejor
vete por este lado. (2´)
Es mejor para ti
es mejor

[Camino rápido primo,
de vuelta a casa,
todavía,
camino rápido.]

[…] yo te voy a poner y a poner*
a tres cuartos las peras
y a dos las manzanas primita
y a tres las ciruelas.

Yo creo que te conozco
tú me suenas
¿De “quién eres”, dices?
Me suenas…
pero no caigo
ahora no caigo.

Da igual,
tu vente
que es mismo aquí
aquí al lado,
vente.

Caminas un poco más y ya llegas.
Vente conmigo.
Y llegamos y pasamos un rato

o me quedo yo,
¿Tú te quieres quedar?

Pues yo si.
Yo si me quedo.
Aquí mismo.
Porque quiero,
y porque puedo,
¿Tú puedes?
¿Tú quieres?

La Tana y la Juana
fueron por aceite
y las dos discutieron primita
con el dependiente.

Llámame
si te hace falta
claro
tú me llamas.
Y voy, si puedo
Voy contigo.

¿Tú cómo estás?
Dime.
O no.
O no digas nada
Yo me quedo aquí, igual.
A tu lado,
que está aquí mismo
Mismo aquí
A la vuelta
Al lado

Te vi por la corredera
como te estaba cayendo
una agüita calaera

Mismo aquí
A la vuelta
Si tu quieres, claro,
Y si puedes…

[…] cómo te estaba cayendo
una agüita calaera

1 Artículo publicado en Isabel Martín p.231. “ Hacia una arquitectura de los cuidados” Ed. Urban Bat. 2019
2 Cantes La Tana y la Juana. Bulerías de Lebrija, Antonia Pozo (1909- ?)

NOTAS AL PIE

(1) Tiendas de barrio: comercio de proximidad
En una ciudad cuidadora el comercio de proximidad es fundamental para articular una vida cotidiana compleja y rica. Lugares en los que nos encontramos con las personas vecinas, donde tejer relaciones personales y sentimiento de comunidad. Lugares que facilitan que ocurra la cohesión social, donde el conocernos nos hace sentir segurxs. El derecho a la autonomía, a ir caminando a por el pan y por el camino cruzarte cinco “buenos días”, con una movilidad cercana. Lugares donde compartir saberes cotidianos, “pues yo al gazpacho le echo pimiento”. Una trama urbana compleja, donde la mixticidad de usos ocurra permite que en distintas horas del día haya actividad.
“Te coge de camino”, la ciudad que cuida incorpora los movimientos diversos de la vida cotidiana (“de casa, al colegio de camino al trabajo comprar fruta que falta, acercarme al médico y pasar a ver a mi madre que estaba hoy algo pachucha”…), no solo los lineales de la capa productiva (casa – trabajo, trabajo-casa). La ciudad que cuida a las personas que las habitan les hace posible acceder a todos los lugares donde tienen que (o quieren) realizar sus actividades, de manera sencilla, próxima, permitiéndoles en su diversidad ser personas autónomas…

(2) La placita de debajo de tu casa: espacio público.
Una ciudad cuidadora vela porque el espacio público sea un lugar que nos permita encontrarnos, que favorezca nuestra vida cotidiana en todas sus capas, que permita jugar y descansar, que permita la sombra y el sol , que permita hablarnos y escucharnos, que no esté privatizado, que no dependa si puedo y quiero pagar un café para poder estar juntas, y que sea accesible para todos los cuerpos con sus distintas movilidades y realidades. Que permita hacer cosas juntxs y solxs. Que permita improvisar y que cosas distintas sean posibles…Que nos permita dialogar, donde el conflicto intrínseco a una vida compartida se incorpore a los procesos urbanos, y donde podamos acompañarnos las vidas.

(3) Las violencias sobre los cuerpos . Nuestras ciudades y su espacio público también son el territorio donde ocurre, entre otras cosas, la normalización de la cosificación del cuerpo de las mujeres y las niñas (desde la publicidad sexista hasta el acoso callejero). Una ciudad cuidadora no invisibiliza la violencia sexual a la que están expuestas las mujeres y las niñas y cuida que el acceso a lo público y la participación en el disfrute de lo cultural y el ocio sea igual para todas las personas. Tampoco ignora o invisibiliza las realidades de diferencia de clase, la vida de los cuerpos racializados, las edades y sus necesidades diversas…

(4) Tu portal: la vivienda
Una ciudad cuidadora es aquella en la que conocemos a nuestras vecinas, donde podemos pedir sal y donde alguien nos trae un “cardito con yerbabuena pal resfriao que es mu güeno” porque nos ha llovido “una agúita calaera”.
El fenómenos de la proliferación de apartamentos turísticos, por ejemplo, ha incorporado a la realidad cotidiana de las personas vecinas una intermitencia de “vecinas temporales” que genera percepción de inseguridad, y que dificulta el diálogo necesario en las convivencias colectivas y complejas de los edificios comunitarios y de nuestras calles.
Una ciudad cuidadora nos permite percibirnos parte de un barrio, y para ello tenemos que poder quedarnos a vivir en el lugar, tener alquileres accesibles y seguridad de poder seguir viviendo el tiempo que necesitemos.


Poema de ida sin vuelta

“…de esto deberías sacar algún poema”
dice mi amiga.

Y yo lo que quiero es aprender
a hacerme los chipirones como su madre
para no tener que saborear más sus territorios.

“Qué digo un poema, ¡un poemario!
de esto haces tú un libro amiga”.

Y yo que me resisto al tono pegajoso
este lento así de amor romántico

[tono on]

este que dice que mis sábanas no-se-qué
y el zumbido de tus recuerdos entre sueño y sueño
no-secuantos
y el lento latir del peso de cada paso que diste para
alejarte…
y el espacio cóncavo que ya no se ocupa porque no quiere encajarse de nuevo…

[tono off]

y es que yo no sé amiga
yo no sé,
pero te digo y te cuento.

Que es que yo soy de guajiras,
¿sabes?
con el abanico y tó
que se bailan así, como sobre trigales amarillos…
que te cosquillean las piernas…

¡y aquel empeñao` en regalarme unos tacones de plomo
echarle piedras al vuelo de mi vestido!

y yo con eso no se bailar,
amiga
de verdad que no sé.

«Mare del guateque vengo
mare del guateque vengo
toda llena de ternura
pero qué de cosas traigo
me lastiman la cintura…»

“Que te cures con poesía” insiste ella

y yo empeñada en aprender a hacerme un café más rico por las mañanas:
menos granos,
más molido
y su poquito de agua después,
que la verdad
me parece mucho más importante.
“Que sííí,
que te sirva de inspiración”

Vale
amiga,
qué pesááá…

Si acaso
un microlibro.

[Libro del dezamohr]
1: poema de una ruptura.
Su abuela le dijo:
“hay más días que ollas”
ella, cogió una tortillita de bacalao
y enterró los pies en la bajamar.

2: micropoema sin vuelta.
Era miércoles
y ella se compró una libreta nueva.

FIN.

“La camisita que tengo
la camisita que tengo
la saco y la pongo al sol
a ver si con la caló
se marchan estos bichitos
que pican y dan escozor”

«90.3 de vaciante”
Isabel Martín.
Ed.Crecida. 2018

1 Letra Guajira versión Pepe Marchena Enlace audio BNE: http://bit.ly/1GAv1jH

2 comentarios

  1. Toni Becerra
    ·

    Me encanaría ponerme en contacto con Isabel para proponerle participar en los encuentros literarios que organiza el Ministerio de Cultura.
    Soy profesora en un instituto de un pueblo de Extremadura y me encantaría que pudiera venir a hablarles de poesía.

    Responder

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